Hablar de fertilizantes para el jardín es hablar de reforzar la salud de tus plantas. La fertilización es el proceso de aplicar fertilizantes a tus plantas, lo que promueve un crecimiento saludable. Existen muchos tipos de fertilizantes, pero no todos son iguales. Si se aplican correctamente, los fertilizantes pueden aportar beneficios adicionales a su jardín y ayudarle a prosperar en diversas condiciones.
Los fertilizantes son fuentes concentradas de nutrientes para las plantas, normalmente en forma compacta, como pellets, gránulos, polvos o líquidos. Se utilizan para mejorar el crecimiento y el rendimiento de las plantas.
Si le interesa la jardinería, habrá oído que el mejor momento para fertilizar sus plantas es a principios de la primavera, cuando acaban de salir del letargo invernal. Esto es cierto porque les dará un impulso de energía mientras comienzan nuevos ciclos de crecimiento con hojas verdes frescas. Le contamos algunos detalles.
Por qué usar fertilizantes en su jardín
Los fertilizantes se utilizan para mejorar el crecimiento de las plantas. Cuanto más rápido crezca la planta, más se beneficiará de la aplicación de fertilizantes. Cuando el suelo es sano no es necesario utilizar fertilizantes, pero su uso puede producir una floración más vistosa o un mayor rendimiento de los cultivos comestibles.
Los fertilizantes también se utilizan cuando las plantas muestran signos de carencia de nutrientes, que se manifiestan normalmente por el amarilleo o la decoloración de las hojas según los distintos nutrientes.
Recuerde que la estructura y el pH del suelo son tan importantes como la aplicación de fertilizantes para prevenir las deficiencias de nutrientes en las plantas. Los acondicionadores del suelo, como el estiércol y el compost, ayudan a que el suelo se forme en migas con espacios para el aire y el agua entre ellas, lo que hace que los nutrientes, el agua y el aire estén más disponibles para las raíces de las plantas. La cal se añade para remediar la acidez.
Qué son los fertilizantes
Los fertilizantes contienen fuentes concentradas de nutrientes para las plantas en forma química u orgánica. La mayoría contienen los principales nutrientes para las plantas, que necesitan en cantidades relativamente grandes. Algunos también contienen oligoelementos, que las plantas sólo necesitan en pequeñas cantidades.
La mayoría de los fertilizantes se basan en los tres principales nutrientes de las plantas:
- Nitrógeno (N): Para el crecimiento de las hojas verdes
- Fósforo (P): Para un crecimiento sano de las raíces y los brotes
- Potasio (K): Para la floración, la fructificación y la resistencia general
Cuando elija un fertilizante para su jardín, busque la proporción de esos tres componentes son esenciales para el crecimiento saludable de las plantas; sin embargo, es importante tener en cuenta que las proporciones de NPK varían según el tipo de material vegetal que se produzca, así que compruebe la etiqueta del producto que elija antes de comprarlo.
Cómo usar fertilizantes en el jardín
Hay muchas formas de aplicar los fertilizantes, y el método que elija dependerá en gran medida del producto que utilice. A continuación se indican algunos de los métodos de aplicación más comunes, junto con ejemplos de cuándo se utilizaría este método.
Abonado por encima: Se trata de la aplicación de fertilizantes de acción rápida en la superficie del suelo alrededor de las plantas para estimular el crecimiento, y suele realizarse en primavera, al inicio de la temporada de crecimiento. Hay que tener cuidado de evitar el contacto con las hojas, que puede provocar quemaduras, y de evitar el exceso de aplicación, que podría dañar las raíces y contaminar las aguas subterráneas.
Abonado de fondo: Se trata de la incorporación de abono al suelo o al compost de las macetas antes de la siembra o la plantación.
Regado: Los fertilizantes líquidos o los polvos y gránulos solubles pueden disolverse o diluirse y regarse sobre las raíces de las plantas durante la temporada de crecimiento para darles un impulso instantáneo. Se utilizan principalmente para alimentar los cultivos de invernadero, las plantas de maceta y los arriates. Los nutrientes de los fertilizantes líquidos están disponibles al instante. Hay que tener cuidado para evitar el contacto con las hojas, que puede provocar quemaduras.
Alimentación foliar: Se trata de la aplicación de una solución diluida de abono en las hojas de las plantas, útil como tratamiento de emergencia para corregir las carencias de nutrientes o para proporcionar una alimentación suplementaria rápida. Los abonos foliares no deben aplicarse a plena luz del sol porque el follaje puede quemarse.
Una vez que haya determinado el tipo de fertilizante que desea utilizar en su jardín, es posible que aún queden algunas preguntas sin respuesta sobre la mejor manera de aplicarlo de forma eficaz en todas las zonas en las que las plantas crecerán bien sin quemar las raíces ni sobrealimentar los suelos innecesariamente con cantidades excesivas de una sola fuente de nutrientes.
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Esperamos que este artículo le haya ayudado a comprender mejor los fundamentos de la fertilización del jardín. Si hay algo más que podamos hacer por usted y vive en las provincias de Madrid, Toledo o Ciudad Real, contáctenos aquí.