Hay algunas ideas erróneas extendidas sobre el compostaje casero, como que es demasiado complicado, que huele raro y que es sucio. Todo esto es cierto si el compostaje no se hace de la manera correcta. Para hacerlo bien el método es muy simple: Simplemente pon una capa de materiales orgánicos y una pizca de tierra para crear un brebaje que se convierta en humus (el mejor reconstituyente de suelos que existe). Luego puedes mejorar tu jardín abonando tus flores, arreglar tu césped, alimentar tus vegetales en crecimiento y otros usos adicionales del compost en el jardín. Con estos sencillos pasos sobre cómo hacer compost podrás realizar una de las tareas fundamentales para mantener tu jardín ecológico.
Tipos de Compostaje
Antes de empezar a acumular los residuos orgánicos, ten en cuenta que hay dos tipos de compostaje: frío y caliente. El compostaje en frío es tan simple como recoger los residuos del jardín o sacar los materiales orgánicos de la basura (como las cáscaras de frutas y verduras, los posos y filtros de café y las cáscaras de huevo) y luego echarlos en una pila o contenedor. En el transcurso de un año más o menos, el material se descompondrá.
El compostaje en caliente es un proceso más rápido, aunque requiere más dedicación. Obtendrá el abono entre uno y tres meses durante el peridodo de calor. Se necesitan cuatro ingredientes para un abono caliente de cocción rápida: nitrógeno, carbono, aire y agua. Juntos, estos elementos alimentan a los microorganismos, que aceleran el proceso de descomposición. En primavera u otoño, cuando los residuos de jardín son abundantes, se puede mezclar un gran lote de abono y luego comenzar un segundo mientras el primero «se cocina».
Adicionalmente a los dos tipos anteriores tenemos el vermicompost, que se hace a través del compostaje de lombrices. Cuando las lombrices se comen los restos de comida, liberan excrementos que son ricos en nitrógeno. Sin embargo, no se puede usar cualquier lombriz para esto, se necesitan lombrices rojas. Las lombrices para el compostaje se pueden comprar baratas en un vivero o proveedor de jardinería.
Qué residuos compostar
El compostaje es una forma de usar las cosas de tu nevera que no has conseguido comer a tiempo y se han echado a perder, y los restos vegetales del jardín, eliminando así los residuos. Mantener un contenedor en tu jardín es una forma fácil de acumular tus materiales de compostaje. Si no quieres comprar uno, puedes hacer tu propio contenedor de abono casero de interior o exterior. Recoge estos materiales para empezar bien tu pila de abono:
- Trozos de fruta
- Los restos de verduras
- Los granos de café
- Cáscaras de huevo
- Recortes de hierba y plantas
- Hojas secas
- Madera finamente cortada y astillas de corteza
- Periódico triturado
- Paja
- El serrín de la madera no tratada
Se recomienda no añadir restos de cebolla y ajo en la pila de abono casero. Se cree que estos vegetales repelen las lombrices de tierra, que son una parte vital de tu jardín. Además su olor en descomposición es muy desagradable.
Lo que no se debe compostar
Estos residuos no sólo no funcionarán bien en tu jardín, sino que pueden hacer que tu abono huela y atraer a los animales y las plagas. Evita estos residuos para que la pila de abono tenga éxito:
- Cualquier cosa que contenga carne, aceite, grasa o lípidos…
- Materiales vegetales enfermos
- Serrín o virutas de madera tratada a presión
- Heces de perro o gato
- Las malas hierbas que pueden brotar
- Productos lácteos
A continuación te contamos los pasos para hacer tu propio compost en el jardín:
Paso 1: Elegir el sitio adecuado para hacer compost en tu jardín
A la hora de elegir un sitio idóneo para tu pila de compost, busca un espacio que en su mayor parte sea sombreado, que esté protegido del viento, la lluvia o el granizo. A su vez el sitio debe tener facilidad de acceso para la carga y descarga, y que sea cómodo para regar periódicamente.
En cuanto a la superficie de la pila, puedes variar según tu espacio, pero intenta partir de una base de 1,6 a 2 metros de ancho y 1,5 metros de altura.
La pila la puedes hacer directamente sobre el suelo, que es la forma tradicional, o usar contenedores específicos que venden en viveros y proveedores de jardinería, para tenerlo más recogido y saneado. Para empezar te recomendamos esto último.
Paso 2: Combina materiales frescos y secos para hacer tu compost
Para hacer tu propio montón de compostaje caliente, espera hasta que tengas suficientes materiales para hacer una pila de al menos 90 cm de profundidad. Necesitas combinar tus restos húmedos y verdes con los secos y marrones. Los materiales «secos» o «marrones» incluyen materiales de plantas secas, hojas caídas, ramas de árboles trituradas, cartón o periódico, heno o paja y virutas de madera, que añaden carbono. Los materiales «frescos» o «verdes»incluyen desechos de cocina y posos de café, abono animal (no de perros o gatos), y recortes de plantas y hierba fresca, que añaden nitrógeno.
Para obtener mejores resultados, comienza a construir tu pila de compost mezclando tres partes de materiales secos con una parte de materiales frescos. Es decir, la primera capa de nuestros restos o desechos, de unos 20 cm de altura, deberían ser desechos secos principalmente, la siguiente capa la aportaremos con materiales frescos.
Si la pila de compost parece demasiado húmeda y huele mal, añade más elementos secos o airea más a menudo. Si ves que se ve extremadamente marrón y seca, añade elementos verdes y agua para que esté ligeramente húmeda.
Paso 3: Riega tu montón de Compost
Rocía agua sobre el montón regularmente para que tenga la consistencia de una esponja húmeda. No añadas demasiada agua, de lo contrario, los microorganismos de la pila se inundarán y se ahogarán. Si esto sucede, tu pila se pudrirá en lugar de hacer abono. Controla la temperatura de tu pila con un termómetro para asegurarte de que los materiales se están descomponiendo correctamente. O, simplemente, alcanza el centro de la pila con la mano. El centro del montón de compost debe sentirse caliente.
Paso 4: Revuelve tu montón de Compost
Durante la temporada de crecimiento, debes proveer al montón de compost de oxígeno girándolo una vez a la semana con una horca de jardín. El mejor momento para voltear el abono es cuando el centro de la pila se siente caliente o cuando un termómetro marca entre 60 y 70 ºC. Revolver la pila ayudará a que se «cocine» más rápido y evitará que el material se enmarañe y desarrolle un olor. En este punto, las capas han cumplido su propósito de crear cantidades iguales de materiales verdes y marrones en toda la pila, así que revuelva bien.
Consejo: Además de airear regularmente, cortar y desmenuzar los ingredientes crudos en tamaños más pequeños para acelerar el proceso de compostaje
Paso 5: Alimenta tu jardín
Cuando el abono ya no desprende calor y se vuelve seco, marrón y desmenuzable, está completamente cocido y listo para alimentar el jardín. Añade entre 10 y 15 cm de abono a tus parterres y a tus macetas al principio de cada temporada de plantación.
Algunos jardineros hacen lo que se conoce como té de abono con algo de su abono terminado. Esto implica permitir que el abono totalmente formado se «empape» en agua durante varios días, y luego colarlo para usarlo como fertilizante líquido casero.
Cada jardinero tiene sus preferencias para hacer compost en su jardín, así que depende de ti decidir qué método de compostaje se ajusta mejor a tu estilo de vida. Afortunadamente, no importa qué ruta elijas, el compostaje es increíblemente fácil y respetuoso con el medio ambiente. Además, es un regalo para tu jardín. Con sólo unos pocos desechos de cocina y un poco de paciencia, tendrás el jardín más sano posible y de un modo completamente sostenible y respetuoso con el medio ambiente. La tarea del compostaje es una de las más importantes para mantener tu jardín ecológico, como os contamos en nuestro artículo anterior sobre jardinería ecológica.
Para más detalle sobre cómo hacer compost en tu jardín te recomendamos este artículo de agromática
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